Por Dra. Isabel C. Montes Vélez. Médica Veterinaria
Mateo es un perrito rescatado de raza Pequinés, de 13 años, muy tierno y consentido, quien, sin motivo aparente, empezó a caminar de forma muy lenta y a dormir gran parte del día, alrededor de 20 horas. Mateo y su familia eran mis vecinos en Cali, Colombia, y nuestras ventanas eran contiguas, por lo que lo veía frecuentemente y notaba sus cambios al andar y sentarse.
Como veterinaria, recomendé para él una evaluación kinesiológica, terapia de flores de Bach, moxibustión, ozonoterapia para sus articulaciones y una evaluación con un colega cardiólogo debido a que presentaba tos constante, incluso estando acostado, y la inactividad e intolerancia al ejercicio fueron progresivas pero evidentes.
Pues, efectivamente, Mateo resultó ser cardiópata y necesitará medicación durante el resto de su vida debido a que tiene un soplo de bastante consideración. Aquí es cuando los tutores me preguntan si puedo usar la medicina “alternativa” para tratar a Mateo y les respondí de forma inmediata, que según mi criterio, lo más indicado era seguir con el tratamiento sugerido por el cardiólogo.
¿Y por qué si trabajo con terapias no convencionales respondí aquello? Por dos razones: para preservar la salud de Mateo y mantener su corazón estable con la medicación alopática (u occidental) y porque las técnicas que aplico son complementarias y no alternativas (aunque las palabras “complementaria” y “alternativa” dentro de la medicina se asocian a un fin común y hasta se crea que son iguales, existen leves diferencias entre ellas).
Antes de ahondar más en el tema, deseo presentarme. Soy Isabel Cristina Montes Vélez, médico veterinario venezolana desde hace 13 años; también soy kinesióloga de pequeños animales y trabajo desde hace varios años con flores de Bach, ozonoterapia, moxibustión, limpieza de chakras y canalización energética para mascotas, entre otras terapias. Soy una mezcla entre educación universitaria occidental, enfocada en fármacos y una amante de las terapias naturales y no convencionales.
Es así como existen varias terapias complementarias que ayudan de forma sinérgica en los tratamientos y pronósticos de los pacientes, como la acupuntura, la meditación, la quiropraxia, la moxibustión, el yoga, la terapia de flores de Bach, ozonoterapia, homeopatía, aromaterapia, naturopatía, siendo algunas de ellas validadas por criterios científicos tradicionales. Fue desde estas experiencia que le aclaré a los tutores de Mateo que la medicina que empleo trabaja en conjunto con la medicina occidental, permitiendo que mis pacientes tengan una mejor evolución y pronóstico, siendo esto lo que en la actualidad se conoce como “Medicina Integrativa”, ya que abarca varias disciplinas y tratamientos en pro de la salud del paciente.
En el caso de Mateo, les expliqué que la terapia de flores de Bach, que es una de las que más uso y recomiendo, no puede sustituir el tratamiento para el corazón, pero ayudaría a mejorar su estado de ánimo, su atención y a elevar su energía vital. En cuanto a la ozonoterapia, ésta va de maravilla con la fisioterapia porque reduce la inflamación de las articulaciones y el dolor, mientras que promueve el fortalecimiento y el aumento de la masa muscular con los equipos de kinesiología.
Luego de mi discurso, que intenté que fuera ameno y claro, los tutores me preguntan lo esperado: Dra., ¿pero entonces cuál es la medicina alternativa? Y continué mi explicación con una sonrisa, ¡porque amo cuando se interesan en aprender para ayudar a su mascota! Como su palabra lo indica, la medicina alternativa es aquella que no hace parte de la medicina moderna y que se emplea para sustituir a esta última. Es decir, sólo se emplean técnicas ajenas a la rama de la medicina moderna, prescindiendo de sus tratamientos y recomendaciones. Dentro de la medicina alternativa, se incluyen aquellas medicinas constituidas mas no relacionadas con la medicina moderna, como ayurveda, medicina tradicional china (MAT), homeopatía y naturopatía.
Pero, aquí viene la ambigüedad. Ambos conceptos de medicina complementaria y alternativa se entremezclan en algunos casos, como por ejemplo, cuando la aromaterapia se usa como complemento o como alternativa en casos de ansiedad en peludos; o la quiropraxia se combina con la fisioterapia en casos de compresiones vertebrales pero también puede ser establecida como terapia totalmente alternativa.
Luego de tantos años de graduada y habiendo trabajado desde hace 7 años con mis amadas terapias complementarias y sanadoras de cuerpo, espíritu y energía, debo decir que en relación a este tema siempre habrá diferencias, pero el común denominador de esta polémica es el interés por tratar a un individuo enfermo con el fin de devolverle la salud o promover su bienestar durante el tiempo que esté con nosotros.
Por cierto, ¡Mateo tuvo una evolución más que favorable! A tres semanas de su tratamiento para el corazón y de sus terapias de kinesiología, flores de Bach y sesiones de moxibustión y ozonoterapia, rejuveneció y sus tutores no pueden estar más felices. Ahora exige paseos y premios antes y después de sus caminatas, trota sin dificultad y hasta ladra! El amor, la intención de ayudar y contar con los conocimientos de un veterinario de confianza son claves para mejorar la calidad de vida no sólo del paciente sino de su núcleo familiar. ¡Las terapias no convencionales están cada día más al alcance de sus patas!
Por Dra. Isabel C. Montes Vélez. Médica Veterinaria
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