Por el Dr. Germán Martína
La pandemia por COVID-19 ha generado todo tipo de consideraciones en el mundo, tanto en el ámbito de la población en general como en las entidades locales e internacionales dedicadas a la salud. El bombardeo de información desde los medios sobre la población ha generado un cuadro paralelo de ansiedad, angustia y desasosiego.
Independientemente de la opinión sobre el uso de las vacunas en general, y en particular sobre las elaboradas actualmente en tiempo acelerado por las circunstancias, y sobre su naturaleza experimental que deja plenamente en manos de los laboratorios la evaluación de su naturaleza y utilidad, hay un tema ampliamente descuidado y desatendido por las autoridades sanitarias: el terreno donde se desarrolla la infección, el ser humano en sí.
El énfasis puesto en actuar desde afuera con intervención médica como única solución, y la agobiante información sobre la virulencia de la pandemia, ha generado un sentido de indefensión y un desequilibrio emocional e inmunológico en la población. El sistema inmunológico humano es sensible a todo tipo de influencia e información externa e interna, que es procesada en nuestro cerebro, en particular en el Sistema Límbico. Este se encuentra ubicado en el centro del cerebro, y es el ejecutor de respuestas psico-neuro-inmuno-endocrinológicas a las señales físicas, sensoriales y emocionales percibidas.
Diariamente y desde el nacimiento, nuestro sistema inmunológico se perfecciona en elaborar respuestas a los estímulos externos. Tras registrarlos se adapta, generando los neurotransmisores, hormonas y sustancias que equilibran, contrarrestan o eliminan la influencia externa. Es un juego de equilibrio constante. ¿Cómo habríamos sobrevivido como especie si no fuera así? Es este sistema el que debemos estimular y mantener en óptimas condiciones para poder sobrellevar todo tipo de embate que venga del medio externo. Y esto se logra de forma natural con simples medidas como hábitos de vida, dieta y descanso.
El Ayur Veda Maharishi, la antigua ciencia india de la Salud, proveniente de las mismas fuentes que los seis sistemas védicos de filosofía incluyendo el Yoga, pone énfasis en desarrollar un estado inmunológico natural para enfrentar epidemias y todo tipo de afección.
Independientemente de la decisión de vacunarse, llevar a cabo simples medidas preventivas complementarias reforzará el sistema inmune contribuyendo de forma sustancial al mantenimiento de la salud, a reducir la posibilidad de infección y a la más rápida recuperación si se ha contraído la enfermedad.
Medidas a tomar para optimizar el sistema inmune:
- La primera noción es la de tener una actitud serena y sin miedo. La ansiedad, la preocupación y el miedo son inmunodepresores. Usar el sentido común evitando estar en lugares y condiciones riesgosas de contagio innecesario (lugares cerrados con mucha gente), y tomar las medidas sanitarias de conocimiento general son costumbres adecuadas. Pero albergar un miedo constante a algo inminente es sumamente dañino para el sistema inmune.
En el AyurVeda que aplico, la técnica de Meditación Trascendental es central a toda intervención, ya que conecta al individuo con su interior, de donde surgen todas las respuestas fisiológicas para estar en estado de salud. Hay cientos de estudios científicos evidenciando cómo mejora el sistema inmunológico de quien practica regularmente dicha técnica. La práctica regular reduce el estrés al bajar el Cortisol plasmático (hormona inmunosupresora), y se elevan los niveles de serotonina al tiempo que se reducen las catecolaminas (adrenalina y noradrenalina, hormonas relacionadas con la hiperactivación, el desgaste y el estrés), junto con numerosos otros cambios fisiológicos indicativos de un estado de reposo interno de predominancia parasimpática, adaptógena e inmunomoduladora. - Tomar sol. Una mínima exposición de la piel de apenas diez minutos diarios permite que el organismo produzca vitamina D, indispensable para absorber el calcio procedente de los alimentos y mejorar la mineralización del hueso.
- Hacer ejercicio físico. Solamente 10 a 15 minutos de ejercicios simples dos veces al día previenen notablemente problemas de salud. Realizar ejercicios de elongación, rotación, estiramientos, Yoga, Pilates o Tai Chi, que se pueden aprender hasta por internet. A esto se le puede agregar cantar o bailar, lo que eleva el ánimo y genera una respuesta inmuno endocrinológica positiva. La actividad física reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, tensión arterial alta, cáncer de colon y diabetes. Ayuda a controlar el sobrepeso, la obesidad y el porcentaje de grasa corporal. Fortalece los huesos y da alegría. Todo ello favorecedor de la salud.
- Dormir bien, descansar a la noche, será una consecuencia natural de la meditación y del ejercicio físico adecuado. Durante la noche, los órganos y los procesos internos operan activamente. Cuando dormimos, el cuerpo se relaja y eso facilita la producción de melanina y serotonina. Estas hormonas contrarrestan los efectos de las hormonas del estrés (adrenalina y cortisol) y nos ayudan a ser más felices y emocionalmente más fuertes. El dormir mantiene el equilibrio energético y molecular, así como también la función intelectual, el estado de alerta y el humor.
- Mantener la casa aireada, ventilada y con luz natural todo lo que sea posible. El aire limpio y renovado, y la luz natural mantienen el estado de salud, mejoran el ánimo y generan un estado de vitalidad necesario para la inmuno eficiencia. Colocar flores y tener colores vivaces a la vista, alegran y elevan el ánimo.
- Hervir agua con eucaliptus, menta o lavanda y que se llene la casa de ese aroma.
El eucaliptus es de utilidad en el tratamiento de afecciones respiratorias tales como bronquitis, resfriados y tos improductiva.
La menta ayuda a calmar el estrés, mejora la circulación y combate las afecciones respiratorias por sus grandes propiedades antisépticas, descongestionantes y estimulantes.
La lavanda es un antiséptico natural, alivia el insomnio; considerada un adaptógeno, sus propiedades antiespasmódicas ayudan a regular el sistema digestivo. - Aromaterapia. Colocar aceite esencial de Lavanda, Limón o Manzanilla o Mejorana en un difusor a la noche en la habitación. Durmiendo se reciben los beneficios de respirar los aceites esenciales en el aire.
- Dieta. Dieta es todo aquello que llega a nosotros mediante los cinco sentidos. Lo que oímos, tocamos, vemos, degustamos u olemos es procesado en nuestro cerebro generando respuestas mediadas por neurotransmisores. Este es el lenguaje interior del cuerpo. Todo lo que ingerimos (lo que nos “Tragamos”) genera un efecto y debe ser “digerido”. La alegría, el bienestar y la felicidad tienen sus neurotransmisores; el pesar, la angustia y la preocupación también. Cada uno de ellos “hablan” con las células de todo el organismo, entrando en contacto mediante receptores presentes en las membranas que las cubren, y así todo el organismo está unificado en una sintonía común. Oír música agradable, masajes en zonas adecuadas del cuerpo, objetos y colores que nos produzcan placer visual, sabores adecuados a nuestra necesidad y substancias que estimulan suavemente nuestro sentido del olfato son necesarias para mantener buena salud.
Este es el concepto amplio de dieta según Ayurveda. - Especias inmunomoduladoras. Estos simples condimentos fácilmente refuerzan la inmunidad del organismo:
- CURCUMA: Condimento muy importante para limpiar el hígado y favorecer la digestión.
- COMINO: Altamente efectivo en el tratamiento de los resfriados, la bronquitis y hasta el asma.
- CORIANDRO: Es un excelente antibacteriano y también un excelente antimicótico
- CANELA: En casos de resfríos puede resultar muy recomendable inhalar vahos con esencia de canela.
- REGALIZ: Contribuye a aliviar el dolor de garganta, tos y resfriado por su poder antiinflamatorio e inmunológico.
- MORINGA: Propiedades antioxidantes, antibióticas, antiinflamatorias, regenerativas, analgésicas, antimicrobianas.
Fórmulas para la inmunidad-Prevención
▪ Tisanas/Bebidas
1) Ashwaganda: (hierba ayurvédica de excelentes propiedades antiinflamatorias y adaptógenas. Se consigue ya en Buenos Aires en muchas farmacias.) + Tulsi (Albahaca) + Moringa + Yashtimadhu (Regaliz), hervir agua durante 5-10 minutos, colocar en un termo con estas plantas, dejar reposar por 20 minutos, tomar en las 4 horas siguientes.
2) Tulsi: (Albahaca), Dalchini (Canela), Kalimirch (Pimienta Negra), Shunthi (Jengibre Seco) y Pasas de Uva. Beber una taza una o dos veces al día. Agregar jaggery (azúcar natural o mascabo) y jugo de limón fresco a su gusto, de ser necesario.
3) Leche Dorada: Media cucharada de Haldi (Cúrcuma) en polvo en 150 ml de leche caliente. Beber una taza una o dos veces al día.
▪ Aplicación Nasal
Aplicar una gota de aceite de sésamo en ambas fosas nasales por la mañana y noche.
Implementando estos sencillos hábitos tendremos una más eficiente respuesta vital ante los embates del medio externo, sean por exceso de información sombría o presiones de otro tipo generadas por el entorno. Mantenerse en salud requiere utilizar y potenciar nuestros recursos naturales innatos, y esto es práctico, sencillo y efectivo.
Dr. Germán Martína
Médico – Especialista en Ayur Veda Maharishi y Homeopatía Unicista – Director médico de la Universidad Maharishi de América Latina y el Caribe
EXCELENTE ,UTIL,VITAL INFORMACION.MUY AGRADECIDA POR ESTE APOYO.
Es una fortuna tener la oportunidad de conocer la forma de prevención y mantener la salud integral, através de medidas tan suaves y efectivas. Mucho agradecimiento al Dr. Germán Martina por esta información.