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Cambiando la manera de cómo construimos

Por el Ing. Adrian Murphy

El aumento mundial de las emisiones de los gases de efecto invernadero en los próximos años va a depender de numerosos factores cuya predicción es bastante compleja. Ellos son el crecimiento económico y demográfico, los cambios tecnológicos e incluso el desarrollo hacia una sociedad con mayor o menor equidad. Por último, pero no menos importante, dependerá
también de las respuestas colectivas de la humanidad para reducir o al menos disminuir la tasa de crecimiento de las emisiones.

Para el año 2060, los modelos climáticos globales pronostican un aumento de la temperatura global de la superficie de 1,3 a 2,5°C dependiendo del escenario socioeconómico, con mayor calentamiento en las latitudes altas. Este calentamiento no sería uniforme en las áreas continentales donde habría zonas en las que la temperatura aumentaría más de 8°C. Los mayores aumentos de temperatura van a ser en primavera y verano.

¿Qué tipo de hogares se construyen hoy? ¿Serán esas viviendas funcionales a las necesidades de las próximas décadas? Un equipo de investigadores del Conicet cree que no. Estudiaron las cualidades que deberían tener las casas del futuro, puntualmente qué entenderemos por “hogar ideal” en 2080, y concluyeron que la casa de nuestros sueños será la que ofrezca confort térmico y nos resguarde del calentamiento global, sin representar, por ello, un gasto energético astronómico.

¿Los hogares que se construyen hoy sirven para los requerimientos del futuro próximo? Mi respuesta es absoluta: ¡¡¡NO!!! ¡Ni siquiera cumplen los requerimientos con las actuales condiciones climáticas! La mayoría de los argentinos no puede dormir en verano sin la utilización de un aire acondicionado. Ni siquiera se cumple la ley provincial 13059, que esta en vigencia en toda la provincia de Buenos Aires, y se sigue construyendo sin cumplirla.

Debemos cambiar la forma de construir, sustituir el ladrillo por sistemas modernos que cumplan con los requerimientos nacionales en cuanto a aislación y control hidro térmico y hermeticidad. La gran mayoría de nuestras viviendas están construidas con ladrillos cerámicos sin ninguna aislación. Son permeables a las filtraciones tanto de agua como de vapor de agua que producen condensaciones que se traducen en hongos, de muy difícil eliminación, los cuales son altamente dañinos para la salud de sus habitantes.

Las construcciones modernas, poseen un alto grado de hermeticidad, que logra disminuir al mínimo las infiltraciones de aire desde el exterior en invierno y la pedida de la temperatura del aire, aun sin el uso de equipos de aire acondicionado. Con la ayuda de ventilación mecánica controlada, se puede asegurar la calidad del aire interior, eliminando los vapores y olores de las zonas húmedas como cocinas y baños, y tomando regularmente aire fresco.

La ventilación natural de una casa no es suficiente para lograr dicha ventilación. Dos personas que duermen en una habitación de 35 m3, sin ventilación logran agotar el límite recomendado de acumulación de CO2 en apenas una hora de sueño.

Además de contar con una buena ejecución y diseño de la envolvente, el diseño bioclimático es un complemento imprescindible, ya que ayuda a mitigar los efectos negativos de invierno y verano.

En tal sentido orientar los locales mas usados al norte como estar, comedor, family, volver a utilizar persianas o postigones para evitar en el sobrecalentamiento de los vidrios, proteger la fachada oeste con vegetación o parasoles verticales, y aleros en general para evitar que el sol del verano penetre en nuestros aventanamientos. La captación de calor proveniente del sol mediante aventanamientos y la acumulación de calor a través de la masa térmica permite una reducción de las necesidades de calefacción en invierno. El calor que penetra las ventanas con una baja longitud de onda queda atrapado en la vivienda y es acumulado por pisos y paredes cuya masa térmica lo permita, liberando horas después cuando las temperaturas exteriores comienzan a descender rápidamente. El porcentaje de aventanamientos respecto de las paredes, sin embargo, no debiera ser superior al 15%.

Los colores exteriores son importantes, evitar los oscuros disminuirá la absorción de calor.
Un techo negro puede hacer aumentar la temperatura interior varios grados. Es común en Buenos Aires casas con revestimientos exteriores negros copiando diseños escandinavos. Podrán ser bonitos, pero se le agrega una demanda de refrigeración totalmente innecesaria.

Todo esto se complementará con el uso de sistemas de generación de energía a través de fuentes renovables, como la solar, eólica, aerotérmica o geotermia, tecnologías que existen hace mucho y poco a poco van ganando mercado.

Materiales: debemos elegir materiales ecológicos (de bajo impacto ambiental, no tóxicos) por su misma naturaleza, por estar reciclados o por tener una baja huella de carbono gracias a su cercanía y su proceso de elaboración, evitando emisiones por transporte. La casa bioclimática también es una vivienda pasiva. Ello significa que se aprovechan elementos constructivos como las ventanas, invernaderos, muros, cerramientos móviles o tejados para crear sistemas solares pasivos y, en general, con el fin de lograr un ahorro energético y confort ambiental.

Agua: El ahorro de agua tiene que ver con considerarla como un elemento escaso y vital para la vida. La mayor parte del agua que entra en nuestras casas sale de forma residual cargada de diversos contaminantes que van camino de las depuradoras. Estas están diseñadas únicamente para neutralizar los contaminantes orgánicos, nunca los compuestos tóxicos que se acostumbran a tirar, por lo que el proceso de depuración pierde capacidad.
Una persona puede consumir hasta 300 litros por día. Controlar el consumo de agua en casa mediante el recibo del agua y reducirlo hasta llegar al valor eficiente de 100-120 litros por persona y día. La utilización racional del agua impone una gestión eficiente y sostenible del recurso y nos compromete a ser cuidadosos con su gasto, tanto a nivel individual como colectivo. Se debe recurrir al uso de sistemas de almacenamiento de agua, y su posterior utilización para riego y consumo de en baños, incrementando el uso de artefactos de bajo consumo y prácticas de ahorro y de mantenimiento de las instalaciones.

En la construcción de tu próxima casa, pensá en hacerla con diseño bioclimático, con un sistema moderno, con gran aislación y hermeticidad. No vas a gastar mas dinero por ello.

Ing. Adrian Murphy
Socio Gerente en Urban MCB

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