Por Cristina Quintana
“¿Cómo puedo ser feliz?”, era una pregunta que tenia en mi cabeza y no encontraba respuestas. Ni mis amigos, educadores, pareja, ni siquiera en el espacio de terapia lograba acceder al tipo de respuesta que estaba necesitando. Me preguntaba a mi misma ¿qué pasa con mi ansiedad? ¿qué puedo hacer con ella? y no lograba responderme hasta que conocí el universo del coaching, donde descubrí que no era la única que tenía esas preguntas.
En 1986 esta importantísima herramienta no estaba tan desarrollada como hoy así que participé de talleres, indagué y fui clienta antes de decidir ejercerla yo misma. Primero me formé en Humanidades en la Patagonia Argentina. Soy Neuquina, me crié en un pequeño pueblo, luego hice un Posgrado en Gestión de Calidad en la Universidad Católica Argentina y emprendí mi viaje en el exterior. Siempre supe que para ser exitosa era fundamental formarse con los mejores, así qué inicié el camino en búsqueda del conocimiento.
Tuve la oportunidad de realizar un MBA en Recursos Humanos en la Universidad de California, pero lo que realmente desplegó mis alas fue el viaje a Londres donde me formé con el mejor coach del mundo. Luego continué el camino en Estados Unidos y España.
El recorrido para llegar a conocerse a uno mismo y optimizar al máximo nuestros recursos requiere de introspección. Es por eso que mi trabajo apunta a que cada uno defina quiénes es, a qué ha venido y qué lo motiva.
El coaching no conoce de fronteras, la versatilidad es una de sus características más atractivas y a lo largo de los años lo he podido aplicar tanto al deporte, como a la política, la medicina y el mundo de las ventas. Cuando hablamos de neuroventas entendemos que en cada transacción hay un contenido emocional y el objetivo es aprender justamente a trabajarlo desde el plano neuronal para acercarse al éxito. Esta búsqueda incluye mermar entre la practicidad y el entretenimiento, intentando así mover las fibras emotivas con el fin de que el producto se convierta en un recuerdo constante en la mente del comprador.
En las empresas también realizamos trabajos tanto con los empleados como con quienes ocupan cargos jerárquicos, porque el foco siempre son ellos como “personas”. Nuestro objetivo es empoderarlos para generar un bienestar que les permita tener confianza y seguridad. La psicología positiva ha crecido mucho en los últimos años porque la sociedad ha tomado noción de la importancia del bienestar, no solo para mejorar la calidad de vida, sino también para ser más productivos.
Además, aplicar esta herramienta en gerentes o CEO’s es muy efectivo ya que aquellos líderes que logran inspirar a los equipos de trabajo son los que realmente llegan al éxito. El verdadero líder es aquel que piensa en términos de relación y no de posición. Es por eso que el coaching es un camino ideal para que quienes ocupan cargos jerárquicos, aprendan a relacionarse de un modo que potencie a sus empleados.
También trabajé con equipos de Primera División de fútbol en la ésfera del Coaching Deportivo, y en cuanto a Coaching Político, en la Presidencia del Senado de la Nación Argentina.
Junto a mi equipo de trabajo buscamos que la política sea un terreno fértil para motivar líderes y entendemos que el coaching es una disciplina de vida, una manera de ser y hacer.
Humberto Maturana, un biólogo que recomiendo, dice: “en la conversación nos hacemos humanos”, y me gusta pensar que hay un mundo de posibilidades que depende del lenguaje. La biblia del coaching es “la ontología del lenguaje” de Rafael Echeverría donde explica cómo los actos lingüísticos, el diseño de las conversaciones, permiten que una persona cambie la historia que elige contarse.
Somos lo que decimos de nosotros mismos y el coaching permite que el mundo tenga otro color.
“Nosotros somos hechos de la misma materia que los sueños”
Shakespeare
Es fundamental entender que el coach no es lo mismo que el psicólogo, es un facilitador de herramientas para que cada uno pueda llegar a sus metas mientras que el psicólogo trabaja con el pasado, con la psiquis y nos da respuestas de por qué hacemos lo que hacemos.
“Motivar es mi verdadero leitmotiv” y vivo bajo la siguiente afirmación: “Qué todo lo que pase por vos, salga transformado”.
Para mi el coaching no es únicamente mi empleo sino también la forma en la que elijo vivir la vida. Me gusta leer un libro por mes, sin apurarme, ni presionarme sino disfrutando de cada página y usando resaltadores de colores para fijar las partes que más me interpelan. Quienes participaron de mis charlas saben que cada libro que leí se convirtió en una parte de mi. Particularmente hubo uno que me enamoró, “Maldito Karma” de David Safier, cuenta la historia de una presentadora de televisión Kim Lange que cuando está en el mejor momento de su carrera sufre un accidente y muere aplastada por el lavabo de una estación espacial rusa. En el más allá, Kim se entera de que ha acumulado mal karma a lo largo de su vida: ha engañado a su marido, ha descuidado a su hija y ha amargado a cuantos la rodean. Pronto descubre cuál es su castigo: está en un agujero, tiene dos antenas y seis patas… ¡es una hormiga!. Kim no tiene ganas de ir arrastrando migas de pastel, además, no puede permitir que su marido se consuele con otra. Sólo le queda una salida: acumular buen karma para ascender por la escalera de la reencarnación y volver a ser humana. Pero el camino para dejar de ser un insecto y convertirse en un ser bípedo es duro y está plagado de contratiempos. Tal como la vida misma, por eso me emocionó tanto.
En mi tiempo libre me gusta tocar el violoncello y la guitarra, pero siempre en privado. Los rituales también son una parte de mi vida, caminar por el Puerto de Olivos es uno de mis momentos preferidos para reflexionar, pensarme, cuestionarme y ordenar mis ideas. La energía la encuentro en esos momentos y los colores también son una fuente de poder. El amarillo fuerte es uno de los que más me revitaliza. La energía se siente en colores, libros, momentos conmigo misma en la intimidad. Me gusta descubrirme y escucharme.
El coaching ontológico es mi vida. Nos permite progresar, cambiar y solamente depende de tomar una decisión consciente cada día. Cada mañana que nos levantamos y pensamos que hay algo que no vamos a poder hacer, ya estamos cerrándole las puertas a un universo de posibilidades inmenso. Es por eso, que es primordial comprender que “a ser felices se aprende”, así como hemos aprendido a caminar, a escribir y a leer.
Los seres humanos estamos en construcción constante y la neuro-plasticidad nos permite generar nuevas neuronas hasta el último suspiro de nuestras vidas.
La responsabilidad junto con la ética son algunas de las cualidades más importantes que tienen que tener quienes realicen esta práctica. El respeto por la vida de quién elija sumergirse en el mundo del coaching es fundamental y por eso sueño con algún día ser formadora de estos formadores, pregonando la coherencia que creo deben tener. Aun así, la aplicación de todos estos conocimientos adquiridos luego dependerá de quién lo reciba y que realmente quiera entregarse a este camino de bienestar.
El coaching es un sendero de conocimiento que requiere de introspección y determinación, pero sobre todo tiene el foco puesto en nuestros sueños, en nuestras metas.
Coach Cristina Quintana
CEO de Majestic & CO
crisquintanacoach.com
majesticandcompany.com