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¿Aprender técnicas empresariales, basta para desarrollar mi empresa médica?

Por el Dr. Javier Gallino y Dr. Eduardo Berteuris

Si tu objetivo es desarrollar una empresa médica, a cualquier escala, debes tener en cuenta que adquirir conocimientos técnicos en lo referente a gestión empresarial te serán muy útiles como condición necesaria, más no será suficiente.

Un empresario debe tener conocimientos sobre todo lo relacionado con el mundo empresarial, como ser información operativa, administrativa y financiera de su empresa. Pero además debe conocer las estrategias cerebrales necesarias para poder pensar y tomar decisiones con el enfoque de pensamiento de un empresario.
Es decir, debes aprender también a cómo ¨gestionar¨ tu cerebro para lograr tu objetivo.

La diferencia entre un empresario exitoso de otro que no lo es, reside exactamente en esto, ya que la información técnica está disponible para ambos, por consecuencia lógica ese factor poco influye. Lo definitivo es que los exitosos piensan distinto a los que no lo son.

Para esto es necesario que conozcas claves de neurociencia sobre el funcionamiento del pensamiento, el funcionamiento de las emociones y la toma de decisiones. 

Pensar, sentir y decidir como un empresario, es muy diferente al pensar, sentir y la toma de decisiones de un empleado o de un autoempleado.

La mayoría de los médicos estamos acostumbrados a pensar como empleados, ya sea en un servicio público o privado. O ser un autoempleado de su propio proyecto. Estas proyecciones mentales, no ayudan a convertirse en empresario.

Te nombraremos a continuación algunas diferencias de pensamiento entre un empleado, ya sea jerárquico o no, y un empresario:

  • El empleado se enfoca en las horas de trabajo, el empresario se enfoca en las metas y objetivos.
    Un empleado trabaja por horas, un empresario trabaja para obtener resultados. Enfocarse en resultados es establecer metas y objetivos que guíen sus acciones.
  • Un empleado busca comodidad y seguridad. Un empresario busca libertad e independencia.
    El empleado piensa en obtener dinero rápido y seguro, por eso necesita un empleo, que a fin de mes le asegure que va recibir su dinero.
  • Un empresario sabe que su camino está lleno de incertidumbre, que nada es seguro, y se aventura a superar sus propios límites.
  • Un empleado trabaja en lo que le toca, un empresario se enfoca en sus pasiones.
    Para un empresario el trabajo no es un deber, es una herramienta que lo ayuda a cumplir con su propósito de vida. Su forma de trabajar está influida por su pasión. No trabaja. Disfruta de lo que hace a pesar del cansancio.
  • Un empleado se enfoca en cumplir con sus jefes, un empresario se enfoca en buscar clientes.
  • Un empleado trabaja para empresas y para personas, un empresario trabaja con las empresas y con las personas.
  • Un empleado vende su tiempo. Un empresario se enfoca en aportar valor a su servicio.
    Un empleado trabaja por tiempo, y su jefe tiene en cuenta ese tiempo y su esfuerzo. En cambio un empresario sabe que a sus clientes no les importa el tiempo que invierte para obtener su producto o servicio, lo que le interesa al cliente es que le aporte valor a su vida a través de sus productos y servicios.
  • Un empleado se enfoca en hacer muy bien su trabajo operativo. Un empresario delega.  

«Uno de los secretos del éxito empresario consiste no en hacer uno mismo el trabajo, sino en reconocer a la persona apropiada para hacerlo.”
Andrew Carnegie.

  • Un empleado es reactivo frente a las dificultades. Un empresario es siempre proactivo.
    Que no es otra cosa que desarrollar la actitud necesaria para seguir trabajando para el desarrollo de tu empresa, a pesar de las dificultades que aparezcan.
  • Un empleado se enfoca en buscar culpables cuando hay problemas. Un empresario se enfoca en encontrar soluciones.
    En un empleo las funciones y responsabilidades llegan hasta un punto. Si sucede algún problema se busca a la persona responsable. Un empresario sabe que todo lo que pasa es responsabilidad suya.
  • Un empleado le teme a los cambios. Un empresario sabe que los cambios son inevitables y comienza a gestionarlos.
    El cambio es una constante en la vida de todos.

«Cuando el ritmo de cambios dentro de la empresa es superado por el ritmo de cambios afuera, el final está cerca».
Jack Welch

  • Un empleado siempre se enfoca en el precio de las cosas. Un empresario en el valor de las cosas.

¨El tacaño nunca será rico porque se enfoca en el precio de las cosas y no en su valor¨.
Robert Kiyosaki

  • Un empleado se enfoca en sus recursos. Un empresario en las oportunidades.
    Un empleado piensa «Eso no se puede hacer acá¨, o «Lo haría si tuviera plata¨, Lo haría si yo fuera…», o Lo haría si si yo tuviera…¨
    Un empresario se enfoca en pensar: ¿cómo puedo hacerlo?

Es probable que en este punto de tu lectura, hayas comenzado a ¨buscar dónde estoy ¨en el listado de antinomias conductuales, y quizás como consecuencia de ello, te encuentres en el perfil descripto del empleado o autoempleado pensando seriamente en auto descartarse para iniciar un emprendimiento comercial a nivel empresa.

Tomar una determinación semejante sería un grave error, ya que existen técnicas de entrenamiento cerebral que nos permiten aprender a pensar distinto a cómo lo hemos venido haciendo hasta ahora.

Nosotros como médicos sabemos que para desarrollarse profesionalmente hay que aprender y entrenarse.

Estamos habituados y entrenados en el aprendizaje continuo adquiriendo nuevos conocimientos, y si bien siempre lo hemos focalizado en lo técnico, entrenar nuestro cerebro a pensar distinto es aplicar un hábito del aprendizaje pero en un nuevo sentido.

Si queres lograr tus metas y desarrollar tu potencial, sería bueno que pienses, decidas y actúes como las personas que consiguieron éxito.

De esta manera podrás estimular su cerebro, modificar creencias, cambiar hábitos y generar una forma de pensamiento diferente que te permitirá  ver oportunidades para desarrollar tu pasión, tu empresa.

Recordá que un negocio es un ¨hecho emocional con resultados económicos¨.

Dr. Javier Gallino médico oncólogo, hematologo – Máster en Administración de Empresas de Salud y diplomado en farmacoeconomia – Director Ejecutivo IEMSA Empresa de Servicios Médicos.

Dr. Eduardo Berteuris médico – Lic. en Medicina y Cirugía – Terapista Cognitivo – Diplomado en Mindfulness – Director de Método epep.

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