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SELLO DE IGUALDAD

Por Myriam Clerici

LA IGUALDAD DE GÉNERO EN LAS ORGANIZACIONES

Soy una convencida que la igualdad de género no sólo es una cuestión de derechos: es,
además, un buen negocio. ¿Cómo se logra?

Hoy está claro que, en esta nueva era, la manera de hacer los negocios cambió y la rentabilidad no solo se obtiene por el margen del producto o servicio, o de los gastos o inversiones asociadas, sino por el estilo de liderazgo que tiene la organización. 

En ese sentido, lo primero que debemos establecer es que la igualdad de género en las empresas y organizaciones se logra con un plan de trabajo.

¿QUÉ ES LA IGUALDAD DE GÉNERO?

Siempre es mejor empezar por el principio: ¿de qué hablamos cuando nos referimos al «género»? “El género es relacional ya que no se refiere exclusivamente a las mujeres o a los hombres, sino a las relaciones entre ambos” (Falcón, 2013, p.13).
Por otra parte, según la definición de la Organización de las Naciones Unidas, “la igualdad de género, además de ser un derecho humano fundamental, es imprescindible para lograr sociedades pacíficas, con pleno potencial humano y capaces de desarrollarse de forma sostenible. Además, está demostrado que el empoderamiento de las mujeres estimula la productividad y el crecimiento económico”.
Todavía, tanto el sector público como en el privado, día a día debemos enfrentarnos con la segregación profesional, los estereotipos y las costumbres, barreras para ejercer plenamente nuestros derechos, así como para acceder a créditos, recursos y tecnología, y, por su puesto, a la violencia y a la desocupación, entre otros obstáculos.
Hacia adentro de la empresa, los sesgos hacen que las mujeres sufran la segregación profesional. 

Por una parte, la segregación horizontal establece las ocupaciones y actividades que la sociedad considera adecuadas para las mujeres, los varones y las disidencias, lo que restringe las posibilidades de realización personal y profesional de cada persona. Por otra, la segregación vertical se verifica en la dificultad que tienen las mujeres para ocupar puestos de dirección o jefatura.
Hacia afuera de las organizaciones, los clientes eligen marcas diversas e igualitarias porque identifican mejor las necesidades de los clientes; atraen y retienen talentos; son más innovadoras y creativas; son socialmente responsables; disminuyen riesgos y toman mejores decisiones; y aumentan las ganancias, convirtiéndose en líderes de sus mercados.

HERRAMIENTAS PARA LOGRAR LA IGUALDAD EN
LAS EMPRESAS

El verdadero éxito de una empresa y su sostenibilidad socioeconómica implica asegurar el principio de igualdad.
No obstante, es un error muy común en las organizaciones realizar acciones de “apoyo a las mujeres” porque es una cuestión de agenda o porque muestra un valor positivo de la marca.
Así surgen respuestas parciales como los cupos o los logos rosas y violetas el 8 de marzo: lo que en términos de marketing se conoce como “pink washing”. Éstas son las herramientas en las que caemos cuando el fin último no es promover el bien común en el entorno y son, además, las que generan más reticencia en la plantilla de colaboradores. Esto ocurre básicamente porque no son sinceras y porque no representan beneficios reales ni para las
mujeres ni para el resto de las personas que conforman la empresa o el organismo donde estamos trabajando.
No se trata sólo de chequear el casillero de la responsabilidad social empresaria. Las organizaciones realmente empáticas respiran diversidad en sus políticas empresariales, en la concepción de sus productos, en sus procesos, en su dirección y en la planificación de sus estrategias.
Y lo más importante: esto genera resultados positivos no solo en términos intangibles sino también en los negocios. Promover el talento y desarrollo de las personas impacta positivamente en la organización y la diversidad de miradas alienta la innovación. Además, lo que es fundamental, la valoración de los consumidores crece. Involucrar a todas y a todos los que forman parte de la alta dirección en el impulso,compromiso y acompañamiento de una agenda de derechos en materia de género, es la piedra fundamental.
Para lograrlo, debemos promover la formación de líderes responsables, más justos, equitativos y diversos, en un plan de trabajo con compromiso del directorio y de nivel organizacional -incluidos los mandos gerenciales y medios-, que se traslade a todos los colaboradores e impacte en clientes, intermediarios y proveedores.

EL SELLO DE IGUALDAD

El Sello de Igualdad es una iniciativa de la Alianza del Seguro, en colaboración con Génesis Consulting. Se trata de una herramienta que permite acompañar este tipo de procesos, llevarlo adelante y medir los resultados. Es un sistema de gestión eficaz, que es aplicable a todo tipo y tamaño de organizaciones y que se ajusta a las condiciones específicas de cada necesidad, permitiendo obtener una certificación de referencia a nivel internacional, compatible con las normas ISO.
Las normas SGI son estándares internacionales de Igualdad de Género enfocadas en la gestión de igualdad de oportunidades en las organizaciones, tanto públicas como privadas.
Estas normas han sido desarrolladas en respuesta a la demanda de empresas y organizaciones para la definición de requisitos a fin de poder evaluar y certificar su sistema de gestión y se fundamentan en años de desarrollo y experiencia. 

Tienen como base y soporte fundamental la normativa legal vigente en los diferentes estados, tanto de la Unión Europea como de los Estados Miembro de la Organización de las Naciones Unidas, donde se desarrolla el derecho fundamental de la Igualdad recogido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Argentina, junto a Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Uruguay, son los países que lideran la primera fase de la implementación del Sello de Igualdad en América Latina. Para acompañar los procesos, se formaron equipos de profesionales que trabajan junto a las empresas en sus diseños de modelos de gestión, en la creación de Agentes de Igualdad y en la formación específica y certificación del sistema aplicado. Esto garantiza la igualdad de oportunidades, la igualdad retributiva y que se han adoptado las medidas necesarias para evitar la discriminación y el acoso sexual y/o por razón de sexo. Al mismo tiempo, asegura la diversidad de las diferentes identidades de género y la protección de las personas mediante una correcta implementación de acciones que permiten tanto prevenir como saber actuar en materia de acoso sexual.

LOS BENEFICIOS

Una organización diversa genera mejores vínculos entre las personas, brinda espacio a distintas visiones y experiencias y construye conversaciones más sinceras y horizontales.
El sexo no es una limitación, por el contrario. La diversidad e inclusión no son una meta o un cupo, son el camino para una empresa verdaderamente sustentable y sostenible.

Por Myriam Clerici

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