Por: Nora De Aracama
Para RPNEWS
“La diversidad en los equipos de trabajo enriquece”
Nora Gabriela de Aracama, gerente departamental de Asuntos Legales en ACA, reflexiona sobre el avance de la participación de las mujeres en el movimiento cooperativo y propone acciones para superar los desafíos que todavía están pendientes.
A pocos meses de recibirse de abogada, y teniendo ya en claro que el movimiento cooperativo era el ámbito en el que deseaba desarrollar su actividad profesional, en 1987 Nora Gabriela de Aracama ingresó a la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), en lo que en aquel entonces se llamaba Asesoría Letrada.
Y si bien ese fue el primer paso de una carrera profesional que la llevaría a ocupar hoy el puesto de gerente departamental de Asuntos Legales, su contacto con la Asociación comenzó mucho antes, en su ámbito familiar. “Antes de ingresar ya conocía a ACA, porque mi padre fue funcionario en el sector de Comunicación y posteriormente se desempeñó como gerente de una cooperativa, llegando a ser consejero en ACA”, explicó en diálogo con La Cooperación.
A lo largo de los años, Nora fue testigo de cambios significativos en diversos ámbitos del movimiento cooperativo, entre ellos el aumento de la participación de las mujeres, algo que ella vincula con los valores de democracia, igualdad y equidad que guían el quehacer cooperativo. Desde su punto de vista, el principio de no discriminación por género resulta clave para que las cooperativas se planteen la importancia de la igualdad de derechos y el
acceso de las mujeres a puestos de trabajo y a la integración de mujeres en los consejos de administración.
“Cuando ingresé a ACA había muy pocas mujeres profesionales, esa tendencia se fue revirtiendo y en la actualidad se observa un crecimiento en la incorporación de mujeres en distintos puestos de trabajo. En ese entonces yo era la única abogada en la gerencia de legales y hoy somos 6 mujeres con dicho título profesional en el área”, subrayó. Y agregó:
“En lo personal, fue clave para mi incorporarme a trabajar después del nacimiento de mi primera hija porque me tocó asumir como sub jefa de Asesoría Letrada y pasé a ocupar un puesto de mayor responsabilidad”.
En esta entrevista, exploramos los desafíos que ha enfrentado en su carrera, así como su visión sobre la importancia de la participación de las mujeres y su acceso a puestos de mayor responsabilidad en el contexto cooperativo.
La Cooperación: ¿Qué representa para vos formar parte de ACA?
Nora de Aracama: Formar parte de ACA me da la posibilidad de desempeñarme en una cooperativa, con valores y principios con los que me siento identificada. Trabajar en una empresa como ACA me ha permitido desarrollarme profesionalmente en distintas áreas del derecho, lo cual, si bien implica un desafío poder acompañar desde el sector legal las distintas etapas y proyectos nuevos, es muy interesante desde el punto de vista profesional.
¿Qué desafíos te planteas para los próximos años?
NA: Liderar y formar un equipo sólido de profesionales, capacitados en distintas ramas del derecho, que respondan a los requerimientos legales de ACA y de las cooperativas asociadas y que se sientan identificados con la misión y los objetivos de la Asociación.
¿Qué valores de la cultura cooperativista creés que han contribuido a tomar conciencia de la importancia de la igualdad de derechos y accesos laborales para las mujeres?
NA: Los principios y valores cooperativos, convenidos internacionalmente, comprometen al movimiento cooperativo con los valores de colaboración, auto responsabilidad, democracia, igualdad, equidad y solidaridad. El control democrático de los miembros, basado en el principio de un miembro, un voto y en la inexistencia de cualquier discriminación fundada en el género, social, racial, política o religiosa están en el centro de los valores cooperativos. El principio de no discriminación por género resulta clave para que las cooperativas se planteen la importancia de la igualdad de derechos y el acceso de las mujeres a puestos de trabajo y a la integración de mujeres en los consejos de administración.
¿Te parece necesario que aumente la participación de las mujeres en el movimiento cooperativista?
NA: Sí, creo que es necesario que aumente la participación de la mujer porque permitirá una visión y un liderazgo diferentes, con mayor empatía, cooperación e inclusión.
Sin embargo, independientemente de la importancia de llevar a la práctica los principios de democracia y equidad que mencioné anteriormente, las cooperativas están enmarcadas en un mercado laboral y en una sociedad que mantiene a las mujeres en una situación de desigualdad respecto a los hombres. Como consecuencia de esta realidad, la participación de las mujeres en las cooperativas sigue siendo menor a la de los hombres y su presencia es mayor en las actividades típicamente femeninas que son, generalmente, las de menor prestigio social y retributivo. Las cooperativas, sea cual fuera el país analizado, están dirigidas y gestionadas mayoritariamente por hombres, siendo su presencia mayoritaria tanto en los órganos de gobierno como en los órganos de gestión. Esta situación plantea una contradicción entre la teoría cooperativa y la práctica y se pierde la mirada y el aporte de la mujer. La diversidad en los equipos de trabajo enriquece.
¿Qué se podría cambiar para que eso sea posible?
NA: Si bien se ha planteado la modificación de la Ley de cooperativas, incluyendo cupos para que haya una mayor participación de la mujer en los órganos de dirección en cooperativas y mutuales, no creo que ese sea el camino. Sería forzar una situación que será difícil de poder cumplir, atento a que todavía existen barreras que impiden que las mujeres puedan acceder a los cargos de mayor responsabilidad y participación en mayor grado en la gestión cooperativa.
Entre las acciones que podrían desarrollarse, creo oportuno mencionar las siguientes: promover la creación de comités de género en las entidades de segundo y tercer grado a las que las cooperativas agropecuarias están asociadas, tener presente que en los programas de educación y desarrollo de dirigentes se invite a mujeres a participar, generar grupos de debate para identificar las causas y acciones posibles para modificar el estado actual de escasa participación. En esto puede tener un rol fundamental las juventudes cooperativistas de ACA, en la que se advierte gran participación de mujeres.
En los últimos años, las cámaras empresariales que ACA integra han recomendado la implementación de políticas de género a sus asociadas, creo que esto también contribuirá a una mayor participación de la mujer. Se han dado pasos importantes en la inclusión de la mujer, pero quedan todavía desafíos pendientes.
Por: Nora De Aracama