La agenda ambiental pendiente de la Argentina

La escasa planificación para avanzar hacia una economía sostenible mantiene al país rezagado en el acceso a mercados y tecnologías determinantes

Cuarenta importantes referentes de nuestro país, pertenecientes a diferentes sectores y con amplia trayectoria en cuestiones ambientales en todos los casos, emitieron un documento conjunto que alerta acerca de la falta de atención de la dirigencia nacional ante la emergencia climática y ambiental. Advirtieron que el desinterés actual por el tema tendrá consecuencias en el corto y el mediano plazo, lo cual volverá más dolorosa aún la superación de la actual crisis económica y social.

La Argentina se encuentra alejada del debate internacional en temas tan significativos como la descarbonización, la transición energética y el cambio hacia una economía verdaderamente sostenible. Mientras a escala global el debate se presenta de modo acelerado e irreversible, en nuestro país aparece ensombrecido por la escasa lucidez de quienes deberían analizar y planificar frente a estos temas trascendentales.

La Argentina se encuentra alejada del debate internacional en temas tan significativos como la transición energética y la descarbonización

Esta carencia nos mantiene peligrosamente rezagados en el acceso a mercados y tecnologías que serán determinantes para la recuperación y el desarrollo en las próximas décadas.

El documento titulado, La Agenda pendiente ante la crisis ambiental, aborda temáticas diversas que destacan, entre otras cuestiones, que hoy una política ambiental debe ser una política de desarrollo que no la obstaculice. Señala también que existe una nueva economía emergiendo de la transición energética, aunque gran parte de la política aún no lo perciba, y que el mundo se encamina hacia una producción más sostenible de alimentos. No omite destacar que resulta imprescindible frenar la deforestación y resguardar los humedales; que nuestros parques nacionales son esenciales para conservar tanto la biodiversidad como nuestros paisajes, en tanto son herramientas fundamentales para el desarrollo local, por lo que no resulta admisible su vandalismo o usurpación; que el país necesita desarrollar una minería más sostenible y más transparente, de modo de superar su demonización y, entre otras propuestas, propone adaptar el porvenir del desarrollo a la crisis climática.

En los países desarrollados hay abundantes regulaciones y un estricto cumplimiento de normas ambientales, y esto no solo no entorpece las inversiones, sino que, por el contrario, las promueve

Es destacable en especial el primer punto del documento en el sentido de que las regulaciones ambientales bajo ningún modo implican límites a las inversiones. En los países desarrollados hay abundantes regulaciones y un estricto cumplimiento de normas ambientales y esto no solamente no entorpece las inversiones, sino que, por el contrario, las promueve. Esa fortaleza institucional brinda seguridad jurídica y contribuye a evitar la multiplicación de acciones judiciales y movilizaciones viscerales que a menudo responden a desinformación u oportunismos políticos. Así, nuestras carencias impiden el análisis de la temática en su complejidad y ponen en riesgo inversiones genuinas que el país requiere sin más demoras.

En pocas palabras, el documento destaca la magnitud del problema en juego y, al mismo tiempo, promueve la generación de riqueza, bienes y servicios, instando a preservar el capital ambiental para las presentes y futuras generaciones.

Fuente: LA NACION