Detienen a un médico de 79 años que hacía certificados falsos a personas “antivacunas”
La policía de la Ciudad allanó el consultorio ubicado en el barrio porteño de palermo, donde se registraron una serie de disturbios por un grupo de grupo de personas que respaldaba al acusado.
Un médico homeópata de 79 años fue detenido esta tarde por realizar certificados falsos con supuestas patologías que eximían a las personas de recibir la vacunación del Covid. Durante el allanamiento un grupo de manifestantes “antivacunas” se acercó al consultorio, ubicado en el barrio porteño de palermo, a respaldar al hombre y se registraron una serie de disturbios.
Según informaron fuentes oficiales, además del médico homeópata, identificado como Eduardo Ángel Yahbes, fueron detenidos sus colaboradores: dos hombres de 40 y 45 años, y una mujer de 75.
Personal de la Comisaría Vecinal 2 B de la Policía de la Ciudad llegó al consultorio, ubicado en la avenida Coronel Díaz al 1700, tras haber recibido una denuncia sobre la existencia de un médico que hacía certificados faltos para evitar la vacunación.
Según precisaron fuentes policiales, al llegar al lugar, los efectivos observaron una fila personas que se extendía unos 20 metros, que indicaron que en el lugar había un médico que daba certificados que contraindican la aplicación de vacunas contra el Covid-19 por la pre existencia de una patología no detallada.
Una vez en el consultorio los oficiales ingresaron al departamento y encontraron 220 certificados y varios pacientes aguardando ser atendidos.
Al consultar con la Fiscalía Contravencional y de Faltas Número 15, a cargo del doctor Tropea y ante la Secretaría del doctor López, se dispuso la detención del médico como también de sus tres ayudantes.
En tanto, un grupo de manifestantes “antivacunas” se presentó en la puerta del domicilio en respaldo del médico homeópata. En medio del allanamiento se registraron una serie de disturbios entre los pacientes y el personal policial que se hizo presente para permitir el traslado de los detenidos a la sede policial.
Fuente: LA NACION