Por Juan Barrientos
Estimados Profesionales, es un placer reencontrarnos en esta columna. Como Uds. saben, el objetivo general de la misma es acercarles las miradas interpretativas de diversos artistas argentinos, sobre profesionales que son leyendas en los distintos lenguajes y expresiones que tiene el arte, pero en esta edición me he tomado una licencia en razón del espacio que me brinda RPNEWS, aceptando su pedido y ofrecimiento, para presentarles mi nuevo y último libro.
“La obra me hizo esta herida o esta sonrisa. Podría decirles sobre la sensación que me deja …La vida continua…, luego de haberla concluido.” Jeb.-
Esta obra literaria, de alguna manera vino para reforzarme la idea que no es cuestión de entender o comprenderlo todo. Que si bien estará en la misma dialéctica que los críticos de arte manejan para considerar el eterno debate
sobre si la obra hace al autor/a o viceversa. Repensar que cada obra; así como llego, seguirá llegando, con cada vez, a colaborar con este dilema casi existencial del campo de la Critica del arte.
¿Y porque la necesidad de decirles, contarles, sobre este aspecto peculiar?
Al abrir los ojos y ver la foto real de lo que me sucedió con esta obra, hoy está en el presente como un hecho, no es ni más ni menos que la foto imaginada, esa que se configuro primero en mi cerebro, en modo imaginario de lo que
está cerca de cada hombre y mujer para su lectura, que seguramente es parte de lo palpable a las yemas de los dedos. ¿Acaso busco de modo inconsciente detener algo tan incierto como la realidad en sí? ¿Existirá en forma alguna este poderoso modo de detención? ¿Serán los artistas quienes lo hagan posible, acaso? Aquí es donde podría detengo mi reflexión y me viene a la mente William Shakespeare y el género de la tragedia. Pero también podría afrontar un grado de cierta evolución de este género y decir, elijo la contratacara ósea, la comedia. Es estar ubicado del lado alegre de haber constituido la obra que me constituye a mí, en sí mismo y evitar la tentación de la negación de mi autoría. Esto es en si la fuente de gracia que inspiro en mi constituir …La vida continua…porque la entendí con la fuerza suficiente para traer hacia esta presente columna que leen, quien es quien, sino lo que estamos empeñados en construir y reconstruir. De esto se trata su título, bien para expresarlo trayendo la coloquial frase popular, luego de que entre algunas conversaciones alguien trae a colación una anécdota desgraciada (drama) y de pronto otro u otra agrega la frase en cuestión con la agradable aseveración que …la vida continua… (comedia).
Desconozco poseer en mi saber el género literario de preferencia que sostuvo con fuerza la personalidad del dramaturgo y reconocido talento de la literatura universal. Este hecho, de por sí, nos agrega un manto de misterio sobre tan tallada personalidad de la historia del arte y favorece al cierto misticismosobre su figura, en las preferencias en otros aspectos de su vida. Recordemos que tanto a través de Hamlet como en tantas de sus obras fue valiosísimo su aporte, que aun en estas épocas el teatro provoca readaptaciones para los libretos que alimentan las obras de teatro.
Esto puede dar que el acto creativo es una foto que logramos incorporar con los ojos enfocados hacia adentro de nuestra cabeza. Es una mirada de uso diferente a como se puede entender la función del mirar con los ojos o ya sin
ellos. J. L. Borges, seria dentro de los anillos de las hadas y otros seres mitológicos del ámbito de las riquezas literarias de la humanidad, que puedo traer para ayudarnos a reflexionar en todo este decir.
A título de resumen, revisamos como importantes las palabras, tragedia – comedia como conectores directos de la personalidad, del alma, ambas relacionadas por la propia existencia personal. Otra cuestión que a partir de charlar con ustedes sobre mi última obra literaria …La vida continua… es lo transversal que puede verse lo creativo e intangible y su posterior relación con el contexto real. Por último, expresar lo trascendente que puede ser descubrir
y redescubrir las funciones de ciertos sentidos como, el mirar y el observar.
Aquí retomo el volver a algunas cuestiones más puntuales de la obra, constituida por poemas, relatos cortos y algunos textos epistolares, elegidos especialmente de acuerdo a lo que me fue necesario expresar y cada género se
ajustó –a mi parecer- más que otro y es este, además la obra en que me tome licencia para hablar de mí, y donde aparecen los primeros rasgos específicos de la época de mi infancia y es a sabida cuenta que es, la puerta entreabierta para el libro autobiografico.
Por Juan Barrientos
Texto confeccionado para la columna de Arte profesional del magazine digital RPNews del
mes de octubre de 2022
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